sábado, 17 de mayo de 2014

Gatoturco, el señor Curiosidad.



Gatoturco era un señor lleno de curiosidades con una memoria inexorable. Un día mientras caminaba notó como las imágenes archivadas en su memoria de elefante -puesto que se ufanaba de poseer genes de elefante a pesar de ser un gato- se entremezclaban como un collage con aquellas que se encontraba observando en ese preciso instante. En un principio, nunca lo ha negado, creyó estar loco y pensó que su memoria le jugaba una mala pasada y buscaba su muerte, por lo que empezó a perder el aliento y temblaba profundamente, presa del pánico mientras sus ojos centelleaban ante la lluvia estrepitosa de imágenes que cada vez se hacía más fuerte. Producto de estas "alucinaciones" Gatoturco se arrepintió de la cualidad que lo había acompañado toda su vida, la curiosidad, ya que de no haber sido por ella su memoria no estaría explotada por aquel centenar de imágenes... sin embargo, en ese preciso instante decidió calmarse como el gato sereno que era, y fue entonces cuando encontró la solución ante aquel mal imaginario: debía tomar los archivos guardados en su memoria e interconectarlos de manera directa con su presente en un orden preciso y lógico (para no volverse Gatoloco), además de expandirse y compartir sus curiosidades con el mundo conocido para liberarse de aquella catástrofe mortal. En ese momento Gatoturco tomo una decisión firme a pesar de que se erizó severamente ya que hasta entonces solo había sido un señor de libros y de imágenes. En ese momento, y ante tal premura, decidió crear un blog. 



2 comentarios:

  1. La solución de Gatoturco resuelve el primer descentramiento propuesto por José Luis Brea, pues recopilará todas las imágenes que le atormentan de su pasado en un archivo. Pero un blog no resolverá el problema, la memoria es mucho más amplia y verdadera, Aunque comparta sus curiosidades con el mundo seguirá estando solo y loco. Las imágenes no se borrarán jamás de su cabeza.

    ResponderBorrar
  2. Me alegra, de cierto modo, el tormento de el pobre gato turco, porque su conocimiento amplía y embellece al mio.

    ResponderBorrar